SU MUNDO EN TUS MANOS.

Es 16 de Marzo, y me ubico en la ciudad de Irapuato, Guanajuato en donde según la publicidad que en algún momento vi compartida por alguien en el muro de Facebook, se llevará a cabo una plática, impartida por Diego Calderón en la Galería de Van Gogh, ubicada en la zona centro del la ciudad, las palabras de aquel post despiertan en mí cierto interés por el nombre del evento “¿Cómo le enseño mi mundo, al mundo?” pero ¿a qué se refiere? Lo pienso por unos instantes, por lo que ahí a la hora supuesta acudo.

Es un bello lugar, con distintas obras de arte de diversa índole, desde escultura, hasta pintura, inclusive algunas artesanías propias del estado. Procedo con toda atención a tomar asiento, puesto que la charla está por comenzar, precisamente ocupo el lugar ubicado más al fondo de la parte trasera, en donde me es posible apreciar todo el movimiento referente al evento, será interesante verlo todo desde aquí, puesto que no acostumbro ser oyente en eventos como lo es este, y de esta manera, podré apreciar el comportamiento de todos aquí, desde sus expresiones de perfil maravillados por esta gran oportunidad, apuesto a que será increíble, supongo desde el principio, es entonces que un hombre joven se posa frente a los lugares ya ocupados por algunas personas interesadas, y en compañía de Alberto Montiel (Director del lugar) se presenta para comenzar con la sesión. Comienza a contar anécdotas, todas ellas referentes al “¿por qué?” de lo que como artista te has dispuesto a hacer, proyectando en un muro vacío, los gráficos que de apoyo sirven a sus argumentos, supuse bien, suena interesante, pues después de algunos puntos, comienza a hablar acerca del cómo comunicamos y damos trasfondo a nuestras obras, para de esa manera logar ese impacto que queremos compartir a los receptores, es decir, la importancia de la carga emocional producida en la obra por el contexto y demás factores que intervienen en el proceso de producción de la misma, quizás una tragedia, o un momento repleto de felicidad plasmados a través de una pintura o una canción, que transmitan tristeza o felicidad, que nos permitan ver las cosas a través de los ojos del artista, que nos permitan sentir, pero para darle ese valor a la obra, es necesario valorarnos a nosotros mismos.

Es fascinante escuchar a Diego puesto que independientemente de si se es un artista o no, se tratan puntos de carácter general aplicables a cualquier ámbito que se imagine, además, resalta la importancia del esfuerzo y la práctica para mejorar proporcionalmente y no dejarse llevar por el sobrevalorado “talento” pues si bien, él dice “El trabajo duro vence al talento, cuando el talento no se está esforzando” ante lo cual proyecta imágenes de ejemplos lo bastante claros y conocidos por la mayoría de las personas presentes, como los son Los Beatles. Grandes son las reflexiones que de ahí el día de hoy me llevo, e invito a cada uno de ustedes a conocer lo que Diego Calderón les quiere compartir y así mejorar día con día en nuestras habilidades artísticas.